Este 6 de octubre se cierra un año de acción de gracias. La familia de María Ana Mogas clausuramos un año festivo en el que hemos celebrado los 25 años de la beatificación en Roma de nuestra fundadora. Un año repleto de hitos significativos, oportunidades para recordar el estilo de vida de una gran mujer y el de una gran familia, que sigue dando frutos de amor y de ternura en lugares de misión diseminados por América, África, España e Italia.
Hoy es la festividad de María Ana, ahora beata, en otro tiempo “una santa de la puerta de al lado”, que fue para sus contemporáneos reflejo de la presencia de Dios. Es un día para el recuerdo y para conmemorar que merece la pena seguir viviendo la actualidad del Evangelio. Hermanas sonrientes y entregadas, laicos comprometidos, hacen vida la Palabra de Jesús emulando la mirada de Jesús y de nuestra fundadora, y descubriendo que aún queda muchas semillas que sembrar para que den fruto; y un fruto abundante como el que dio en su vida nuestra Madre María Ana Mogas.
Para todos los que nos sentimos admirados por el estilo de vida de María Ana, ¡muchísimas felicidades!. Ahora se abre un nuevo tiempo de misión educadora y evangelizadora. Tiempo de esperanza…
¡Feliz Día de María Ana!